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Por Xavier Vilajoana, presidente del Comité Organizador de Construmat 2025 y presidente de APCEspaña.

Desde la privilegiada perspectiva de Construmat, evento de referencia que el próximo mes de mayo celebrará su 24ª edición en Barcelona es necesario recordar que la construcción no es solo una industria clave para la economía, sino un motor esencial para el desarrollo social y la mejora de la calidad de vida. Su impacto se extiende mucho más allá de los números: configura nuestras ciudades, pueblos y edificios, dando forma a los espacios donde vivimos, trabajamos y nos relacionamos.
Este sector, que hoy representa en torno al 6% del PIB en España—muy lejos aún del 12% que alcanzó antes de la crisis de 2007—, ha demostrado su resiliencia y una capacidad extraordinaria para reinventarse y adaptarse a cada coyuntura. Ha atravesado ciclos de bonanza y crisis profundas, consolidándose como un pilar estratégico en la generación de empleo y en la dinamización de la economía.
Es evidente que la construcción atraviesa una etapa de transformación, impulsada por la sostenibilidad y la innovación. Es un sector con gran potencial, pero también con desafíos que deben abordarse para evitar que se conviertan en problemas estructurales. La clave está en reconocer estos retos, comprender su impacto y, sobre todo, actuar, porque lo positivo es que existen soluciones.
Entre los desafíos más urgentes y trascendentales, hay dos que afectan directamente al sector: la escasez de mano de obra cualificada y la necesidad de adaptarse a un nuevo marco normativo en materia de sostenibilidad y medio ambiente. Pero hay un tercer reto que va más allá de la industria y afecta a toda la sociedad: la escasez de vivienda. Abordar estas cuestiones no es solo una necesidad para el crecimiento del sector, sino una prioridad para garantizar su futuro y su papel clave en el desarrollo económico y social.

La falta de mano de obra, una amenaza  

El déficit de trabajadores cualificados en la construcción ya es un problema serio y, si no se actúa con rapidez, puede convertirse en una amenaza mayor. Las cifras hablan por sí solas: solo el 9% de los empleados son jóvenes, la edad media del sector alcanzará los 45 años en 2025, y, según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), se necesitan hasta 700.000 nuevos trabajadores para cubrir la demanda.
A pesar de ser un sector esencial y dinámico, la construcción no está atrayendo suficiente talento joven. Muchos no consideran esta industria como una opción de futuro, lo que se traduce en una falta de formación en oficios clave como albañilería, electricidad, fontanería o carpintería. La escasez de estos profesionales ya está ralentizando proyectos y aumentando costes. Al mismo tiempo, emergen nuevas especializaciones ligadas a la digitalización, la sostenibilidad, la industrialización y las energías renovables, lo que agrava aún más la brecha de talento.
El envejecimiento de la fuerza laboral y la falta de relevo generacional están provocando un grave desequilibrio entre la oferta y la demanda de trabajadores. En un momento en el que la construcción es clave para atender la creciente demanda de vivienda y la rehabilitación energética de edificios, corremos el riesgo de frenar el desarrollo por falta de personal.
Solucionar esta situación requiere una estrategia integral. Es necesario mejorar la percepción del sector, destacando su modernización, sus avances tecnológicos y las oportunidades de crecimiento que ofrece. Además, es imprescindible reforzar la formación profesional con un Plan de Choque educativo, incluyendo incentivos económicos para la formación técnica y medidas que aporten mayor estabilidad laboral.
Desde Construmat, asumimos el reto y pondremos el marco para debatir soluciones a este desafío. Presentaremos experiencias llevadas a cabo para atraer a los jóvenes o a las mujeres al sector, debatiremos soluciones con los agentes implicados y celebraremos el ‘Día del Talento’, una jornada para conocer el tipo de profesionales cualificados que demanda la industria, ofrecer orientación y generar oportunidades profesionales en un Marketplace mediante encuentros entre candidatos y reclutadores. La construcción es presente y futuro. Ahora, toca asegurarnos de que haya manos para construirlo.

Avanzar en construcción sostenible 

La sostenibilidad ya no es solo un objetivo del sector de la construcción, sino una obligación ineludible. Va mucho más allá de una simple tendencia: implica abordar retos como la pérdida de biodiversidad, la economía circular y, sobre todo, la descarbonización. Este último, el desafío más reconocido, exige un cambio de mirada, un enfoque integral basado en el Ciclo de Vida de los materiales y edificaciones.
El Green Deal europeo ha marcado un camino claro con normativas como la nueva Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD), que establece que, para 2030, todos los edificios nuevos deberán ser de cero emisiones, y que los ya construidos tendrán que adaptarse a este estándar antes de 2050. A esto se suma el impacto del Reglamento Europeo de Productos de Construcción 2024, que introduce exigencias clave en sostenibilidad, digitalización y armonización. En definitiva, la sostenibilidad es un concepto complejo que engloba múltiples retos, pero su implementación es determinante para el futuro del sector.
En este contexto, la construcción sostenible volverá a ser el eje central de Construmat. Más de 350 expositores presentarán soluciones innovadoras en esta línea, y el Sustainable Building Congress, con ponencias y ponentes internacionales de referencia, ofrecerá las claves para avanzar en este camino. El compromiso es claro: transformar la industria para que, además de construir edificios, construyamos un futuro más sostenible.

La paradoja de la vivienda: oferta insuficiente y precios inalcanzables

Pero si hay un tema que preocupa e incomoda profundamente, es la vivienda, o más bien, su escasez. Este no es solo un desafío del sector, sino un problema de país que afecta a toda la sociedad y que requiere soluciones inmediatas. En Construmat, somos especialmente sensibles a esta cuestión porque sabemos que la construcción puede y debe ser parte de la solución. De ahí que hayamos propiciado el encuentro de las principales asociaciones sectoriales para proponer un decálogo de medidas necesarias para solventar este problema que entregaremos y debatiremos con los representantes de las Administraciones que visiten la feria.
El mercado de la vivienda atraviesa una situación compleja. España ha pasado de construir 800.000 viviendas al año antes de la crisis de 2007 a apenas 90.000 en la actualidad, lo que ha generado un déficit de 600.000 viviendas, según el Banco de España. La escasez de oferta ha disparado los precios hasta niveles inaccesibles, especialmente en las grandes ciudades, donde la presión turística ha agravado aún más el problema. Esto impide que muchos ciudadanos, en especial los jóvenes, puedan acceder a una vivienda digna y desarrollar su proyecto de vida.
Las causas de esta crisis son claras: falta de suelo urbanizable, burocracia excesiva y una escasa promoción de vivienda asequible. El sector reclama a las Administraciones políticas públicas efectivas, que incentiven la construcción de nuevas viviendas y refuercen las políticas de vivienda social. La colaboración público-privada será clave para revertir la situación.
En Construmat, también queremos traer buenas noticias. La Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) han comenzado a trabajar en una plataforma paneuropea de inversión en vivienda asequible y eficiente energéticamente. Además, el BEI ha anunciado un plan de acción de 10.000 millones de euros, con el objetivo de construir o rehabilitar 1,5 millones de viviendas en los próximos dos años.

Una cita para encontrar soluciones integradas 

Desde Construmat vamos a abordar todas estas problemáticas a base de conocimiento y facilitando puntos de encuentro donde converjan todos los actores de la cadena de valor, especialmente las Administraciones que estarán presentes en nuestra cita, que tendrá lugar del 20 al 22 de mayo en el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona.
Veremos cómo la digitalización y la industrialización de la construcción, con la adopción de tecnologías como la impresión 3D, la IA o la prefabricación, pueden ayudar a reducir la dependencia de la mano de obra tradicional y abaratar los costes de edificación avanzando en sostenibilidad.
Pero, sobre todo, Construmat nos servirá para mostrar que el sector de la construcción se encuentra en un punto de inflexión. Si se actúa con determinación, es posible transformar estos desafíos en oportunidades para modernizar la industria y aumentar la productividad de viviendas que se necesitan. Lo que está en juego no es solo la viabilidad de un sector estratégico, sino el bienestar y el futuro de la sociedad en su conjunto.

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