La vivienda se ha convertido en la preocupación número uno para los españoles, según revela el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Frente a esta realidad urgente y compleja, Construmat 2025 se erigió como foro de debate, reuniendo a expertos de diversos ámbitos para analizar los desafíos actuales y presentar soluciones concretas, entre ellas el Decálogo sectorial para abordar la escasez de vivienda en España.
Durante el evento celebrado en Barcelona del 20 al 22 de mayo, se exploraron avances en vivienda social, nuevos modelos de habitabilidad, accesibilidad, políticas públicas e industrialización, además de compartir casos de éxito y estudios que ofrecen una visión integral. En este artículo, repasamos las principales aportaciones de Construmat 2025 para enfrentar el gran reto de la vivienda en nuestro país.
Construir más y más rápido
Durante la inauguración de Construmat, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, dio la clave para solucionar el problema de la vivienda: “Hay que construir más y más rápido”. En su intervención aseguró : si el coste de la vivienda se lo lleva todo, no avanzamos”. Asimismo, señaló: “El Govern de la Generalitat ya está construyendo 6.000 viviendas con fondos europeos. La prioridad es alcanzar las 50.000 viviendas protegidas en 2030”.
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, destacó que trabajan estrechamente con el sector para garantizar el acceso a la vivienda. Subrayó la importancia de la construcción para consolidar lo que llamó el “quinto pilar”: el derecho a la vivienda, y recalcó la necesidad de construirlo entre todos, desde el consenso y no la confrontación, para ofrecer una respuesta adecuada. Además, reafirmó el compromiso del Gobierno de España con una vivienda digna, basada en la colaboración público-privada, tal como recoge la Ley de Vivienda.
Sin embargo, dos años después de la aprobación de esta Ley, que nació con la intención de mejorar el acceso a la vivienda, el mercado residencial ha cambiado profundamente, pero en sentido contrario al esperado: la oferta de alquiler permanente se ha reducido, la demanda ha crecido y los precios de las rentas han alcanzado niveles récord.
La problemática de la vivienda hoy en España y Cataluña
En una mesa redonda se abordó este problema de la vivienda con diferentes perspectivas y visiones.
Celestí Ventura, presidente del Col·legi de l’Arquitectura Tècnica de Barcelona (CATEB), señaló la necesidad de un diagnóstico que permita identificar las zonas tensionadas. En Cataluña se incorporan 60.000 nuevos residentes cada año, por lo que es imprescindible duplicar la construcción de viviendas hasta alcanzar las 24.000 anuales, detectando las barreras existentes y aplicando soluciones antes de que la situación se agrave.
Por su parte, Jaume Fornt, director de la Agencia de la Vivienda de Cataluña, afirmó que el Plan 50.000 anunciado por la Generalitat es considerado imprescindible. Desde la Agencia se plantea como fundamental cubrir durante 30 años el diferencial para garantizar la
asequibilidad, además de ofrecer apoyo a las familias con menos recursos para afrontar el pago inicial. La vivienda social, por su parte, presenta una problemática específica.
En una de las mesas más destacadas sobre el acceso a la vivienda celebrada en Construmat, Ignasi Martí Lazuna, profesor del Departamento de Sociedad, Política y Sostenibilidad en Esade y catedrático de la Universitat Ramon Llull (URL), advirtió sobre una gran paradoja social: la vivienda es un derecho reconocido, pero una parte significativa de la población no puede ejercerlo. Este “agujero negro”, como lo denominó, genera un profundo descontento que ya no afecta solo a los más vulnerables, sino también a la clase media. Desde su departamento han desarrollado un indicador de vivienda digna que se basa especialmente en dos variables: el acceso y la permanencia.
Clara Muñoz, directora de Fundació SALAS, compartió su experiencia en la promoción de vivienda asequible en alquiler, un desafío que afrontan desde hace cinco años. La empresa ya ha entregado 500 viviendas en Sitges y está próxima a completar otras 150 en Cataluña y Madrid. Destacó que el éxito de estos proyectos depende de la coordinación entre las tres administraciones —como refleja el Plan 50.000 en Cataluña— y de medidas concretas como la movilización de suelo, la agilización de trámites, el acceso a financiación y la modernización del sector mediante la industrialización. Además, reclamó una reforma fiscal que reduzca el IVA y las tasas municipales, así como un cambio en la percepción social sobre la vivienda.
Desde una visión macroeconómica, José García Montalvo, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y profesor de investigación en Barcelona School of Economics y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, señaló que el principal problema está en el sobreesfuerzo económico que supone el acceso a la vivienda, la concentración del problema en las grandes ciudades y las limitaciones de oferta por una baja elasticidad del suelo. A esto se suma la escasa inversión pública y la falta de vivienda social. Actualmente, se inician 95.000 viviendas al año para cubrir las necesidades de 220.000 familias, una brecha que exige impulsar la promoción destinada al alquiler.
Finalmente, Francisco Pérez, consejero delegado de la promotora Culmia, destacó la necesidad de una inversión decidida en políticas de vivienda social, estimando un déficit de al menos 450.000 unidades, cuya solución exige la colaboración público-privada. Subrayó la urgencia de impulsar la producción mediante la industrialización del sector, un modelo que su empresa aplica en todas sus promociones por sus ventajas en calidad y cumplimiento de plazos. Además, instó a mejorar la gestión del suelo, aumentar los presupuestos, modernizar la industria, agilizar los trámites administrativos y reforzar la coordinación entre administraciones, especialmente a través de herramientas como el PERTE de industrialización. La obligación de una vivienda digna, asequible y sostenible
En una de las sesiones del Sustainable Building Congress de Construmat, Miguel Ángel Angulo Ruiz, director de Innovación de Metropolitan House, instó a las administraciones a tomar medidas y al sector a aplicarlas mediante la promoción de vivienda, especialmente protegida (VPO), bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad. Según Angulo, la calificación energética A debería considerarse solo como un aprobado mínimo. Subrayó la importancia de medir resultados —como ya hacen en sus promociones junto al IteC— e incorporar una figura que supervise el cumplimiento y mejora de estos objetivos, ya que la ejecución real a menudo no se ajusta al proyecto.
Perspectivas sobre las barreras de acceso a la vivienda en España / Atlas social de la vivienda
Elisa Pozo Menéndez, coordinadora del Observatorio 2030 del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), destacó que la vivienda es un derecho universal. Recordó que hace tres años la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) identificó, con una
perspectiva global, las barreras, taxonomías e indicadores necesarios para realizar un seguimiento y detectar buenas prácticas en materia de vivienda. De este trabajo nació AHA: el Atlas Global de Vivienda, una plataforma que actúa como repositorio de información, desarrollando indicadores, recopilando casos de éxito y unificando criterios mediante un lenguaje común.
Paz Martín, directora de EnvejezANDO, abordó el reto que plantea la actual estructura demográfica, con una pirámide de población en forma de “champiñón”, y la necesidad urgente de atender a los “necesitantes” de vivienda. Defendió la importancia de promover vivienda específica para personas mayores y de replantear el concepto de “espacios para habitar”, más amplio que el de vivienda tradicional. En este contexto, la rehabilitación se presenta como una solución clave, permitiendo adaptar antiguos espacios como oficinas o colegios para nuevos usos residenciales.
Margarita García Álvarez, vicepresidenta primera y coordinadora del Área de Vivienda de la Confederación Estatal de Asociaciones de Vecinos (CEAV), subrayó que garantizar el derecho a la vivienda es complejo pero esencial para el ejercicio de otros derechos. Denunció que el Estado no lo garantiza de forma efectiva, ya que sigue dependiendo de la capacidad económica de las personas. Además, la vivienda se percibe más como un activo financiero que como un derecho, lo que contribuye a desequilibrios entre oferta y demanda y al aumento de los precios. Problemas como la gentrificación, el turismo o la especulación agravan la situación y afectan a un número creciente de colectivos. Por ello, reclamó una actuación decidida por parte de los poderes públicos, con la participación coordinada de las tres administraciones, tal como recoge la Declaración de Barcelona. También insistió en que, más allá de lo vulnerable, es necesario concienciar a la sociedad en su conjunto, fomentar la rehabilitación y aplicar reformas fiscales —como ajustes en el IBI o en las plusvalías— para reforzar la seguridad habitacional.
Mari Ángel López Amado, directora del Observatorio 2030 del CSCAE, explicó que, en función de las barreras detectadas, se han constituido ocho grupos de trabajo centrados en: políticas y regulaciones (urbanas y territoriales), ordenación del territorio urbano y rural, nuevas formas de habitar, desequilibrio entre oferta y demanda, diversificación en la promoción de vivienda, propiedad y modelos de tenencia (como la cesión de uso), financiación e innovación.
Finalmente, Ana González Martín, responsable de Diseño de Formación en la Fundación Laboral de la Construcción, apuntó que el sector se enfrenta a varios retos: de carácter social, la necesidad de activar la rehabilitación y la urgencia de atraer talento joven para sustituir las próximas jubilaciones. Para ello, insistió en la importancia de incrementar la demanda y promover la regeneración urbana dentro de un entorno estable.
Ejemplos de vivienda social a nivel mundial
Construmat 2025 ha sido un espacio clave para visibilizar experiencias internacionales de vivienda social que, contadas por sus propios protagonistas, se consolidan como referentes tanto para profesionales del sector como para administraciones locales. La participación de reconocidos arquitectos y la presentación de sus obras atrajeron a un público numeroso, interesado en conocer de primera mano sus proyectos y visiones.
El prestigioso arquitecto Stephen Bates destacó que la experimentación y la creciente diversidad en los hogares y estilos de vida exigen nuevas formas de pensar la vivienda. Invitó a repensar la relación entre lo individual y lo colectivo, e insistió en la importancia de involucrar a las comunidades en el diseño de modelos residenciales que respondan a sus verdaderas
necesidades. A través de ejemplos construidos en distintos países europeos, defendió que, para avanzar y hacerlo mejor, debemos mantenernos “resueltamente optimistas”.
U Uno de los ejemplos más destacados de vivienda social presentados en Construmat fue el proyecto Modulus Matrix, del arquitecto José Toral. Se trata de un innovador edificio de seis plantas con estructura de madera, que alberga 85 viviendas sociales en Cornellà (Barcelona) y que ha sido reconocido con el prestigioso Premio RIBA. En su exposición, Toral hizo referencia a figuras como Kern, Klein e Ito para ilustrar su investigación sobre cómo los medios cambian los modos de habitar, defendiendo la necesidad de una arquitectura flexible, capaz de adaptarse a nuevas formas de vida.
Inspirado en la casa japonesa de los ocho tatamis, Modulus Matrix propone una distribución sin jerarquías, con habitaciones iguales e intercambiables, donde la cocina se convierte en el nuevo núcleo del hogar. Un planteamiento que apuesta por la transformación social desde la arquitectura, demostrando cómo el diseño del espacio influye directamente en la vida de las personas. Toral hizo un llamado a los promotores a cambiar su mentalidad, apostando por una vivienda social de calidad, con identidad, innovación y sostenibilidad.
Otro ejemplo inspirador llegó desde Navarra, que ha logrado crear un ecosistema eficaz en materia de edificación, articulado en torno a la industrialización y la sostenibilidad. En Construmat se presentó el proyecto Azpilagaña 32, parte de la estrategia Navarra Social Housing, una iniciativa para construir un futuro más justo y sostenible. Este edificio, desarrollado mediante la colaboración entre Nasuvinsa (Gobierno de Navarra) y el Ayuntamiento de Pamplona, alberga 32 viviendas protegidas en alquiler, destinadas a personas mayores de 60 años y personas con discapacidad.
Construido bajo criterios de sostenibilidad e industrialización, Azpilagaña 32 incorpora espacios comunes y locales municipales en las plantas bajas que ofrecerán servicios al barrio. El diseño garantiza la accesibilidad universal y promueve la participación activa de los residentes, atendiendo a la diversidad y fomentando la convivencia. Un modelo de referencia para la promoción de vivienda social adaptada a las necesidades reales de la población.
El sector tiene un plan para la vivienda
Conscientes de la problemática, el sector de la edificación y las principales asociaciones del país, a propuesta de Construmat, elaboraron conjuntamente el documento “Una mirada constructiva. Decálogo para abordar la escasez de vivienda en España”. El presidente de Construmat y de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCEspaña), Xavier Vilajoana, hizo entrega del documento a la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, y al presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, durante el acto inaugural del Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona.
También recogieron el documento el alcalde de L’Hospitalet de Llobregat, David Quirós; el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto; el secretario general del Departament de Territori i Habitatge de la Generalitat de Catalunya, Jordi Terrades, y el comisionado de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Ramon Riera.
En los discursos de inauguración se entrevió la voluntad de colaboración entre el sector y las administraciones para converger en las soluciones. En un contexto de emergencia habitacional, el evento ha servido como plataforma unificadora para que los principales actores del sector —desde promotores hasta arquitectos— solicitaran conjuntamente un pacto de Estado por la vivienda, una de las medidas principales recogidas en el documento. Un decálogo que resume un plan completo y que puede ser el inicio de una acción conjunta a todos los niveles.